26.3.17

Dominical

Un fuerte y brutal estremecimiento de mis intestinos fue mi despertador el día de hoy. Sentí como si una lanza atravesara mi abdomen, el dolor que me produjo hizo que se presentaran las asquerosas náuseas que me han acompañado los últimos días, corrí desesperada hacia donde podía deshacerme de lo que sea que venía acompañando todos estos malestares. Una sorpresa me llevé cuando descubrí que la náusea trajo consigo lo que siempre anuncia pero no siempre llega, mismo que hizo que mi dolor abdominal terminara. Me reincorporé e inició mi día como cualquier otro. Desafortunadamente, la náusea aún persiste y el malestar general por igual y en cualquier momento siento que la fiebre tocará mi puerta, la cual será rechazada por un gramo de paracetamol en caso de presentarse. Hoy es un domingo enfermizo del que tengo que aminorar sus malestares puesto que tengo exposiciones que preparar y temas que leer. Mis adorables Smiths me acompañan en este mal día.

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