24.11.13

Domingo feliz, me siento feliz a pesar de que tengo un mundo de cosas que hacer. Cero ansiedad. Gracias cerebro.

23.11.13

Sola

Cuando estoy en mi habitación me siento completamente libre, cómoda, segura y feliz. Ella es mi lugar favorito para estar sola. Cuando mi casa se vacía y sólo quedo yo, mi casa se convierte en mi habitación. Es encantador. Es como si mi habitación creciera puesto que lo que me impide de sentirme en toda la casa al igual que como me siento en mi habitación es la presencia de la gente.

En éste momento la cocina y el comedor están en mi habitación. Bonito el sábado.

22.11.13

Mi mayor vicio

La música tiene algo que la convierte en el mayor de mis vicios. En realidad son muchos los algos que la hacen protagónica en mis días. Es perfecta. Me sirve de escape, de escucha, de terapia, es todo lo que no es ninguna otra cosa. Puedo acudir a ella en todo momento, reproducirla mentalmente o por medio de un aparatito electrónico. De día o de noche, en todos los polos siempre está presente, es infalible. No hay nada que pueda sustituir el poder que ella tiene sobre mí pues mis días sin ella me transforman, se dificultan y se decoloran. En ocasiones me digo que es patólogico permitir que algo tenga tanto dominio sobre mí, algo así como estar estocolmizada con ella, sin embargo después me convenzo de que no es tan malo pues no dano a nadie ni casi nada al tenerlo. El casi mencionado corresponde a lo que sé se perjudica como consecuencia de él: Las relaciones y el trato con los seres humanos. Y es que en muchas ocasiones prefiero pasarla escuchando música que escuchando a la gente, ésto no porqué sienta desagrado por ellos, sino porqué muchas veces no sé de qué hablar con ellos. Me he preguntado porqué me sucede ésto y lo he resuelto: Es algo muy sencillo, sus temas de conversación no me interesan, incluso me aborrecen. Las mayoría de las personas con las que trato casi todo el día suelen hablar sobre las mismas banalidades, sobre las cosas más mundanas de las que no siento obtener ningún beneficio más que unas risas de minutos. Y no es que no me guste reírme de la vida, de hecho es una de mis mayores prácticas y es por eso que preferiría no ser tan burlesca en mis conversaciones. Quisiera llevar a cabo conversaciones de las que pueda obtener alguna enseñanza, que cambien mi pensar, que me alteren el cerebro. Que me ericen la piel y me confundan. Quiero confusiones enrriquecedoras y resolutivas, vivirlas y disfrutarlas conforme se llega a una conclusión entre los conversadores. Ésas son las conversaciones que yo añoro y que en contadas ocasiones obtengo y como consecuencia de su ausencia me alejo y me musicalizo, me desconecto, dejo mi papel social y adorno el momento con mi mayor vicio.


18.11.13

Procrastinando

Estaba por comenzar a estudiar cuando me envolvió una impostergable necesidad de escribir. Con las piernas cruzadas y las ideas retorciéndose en mi cabeza estoy aquí sentada en la cocina. De música de fondo tengo una linda melodía de guitarras y bajos y para ahuyentar el frío y estimular mi paladar un delicioso café. Mis pies y piernas no se mueven incesantemente y mi corazón no late desesperado, no tienen ansiedades que calmar. Con tantos exámenes y responsabilidades en puerta es raro que me encuentre así. Me siento relajada y feliz. No me queda más que dejar a mi alma sonreír.

Tenía que escribir ésto para leerlo cuando no lo esté, recordar éste sentimiento y bienestar y revivirlo.


9.11.13

Fragmento chistoso

- Claro que sí. Tú y Tom, siempre de aguafiestas, estropeando cualquier diversión. Hijos de puta reformados. Antes sí sabían divertirse, pero ahora nadie puede hacerlo con ustedes y su flamante conciencia social.

Islas en el Golfo de Hemingway

En el paro

Que se desdibuje de la pantalla el trazo tan temido, que el masaje agotador lo reactive, que le lleguen los gases que necesita, que las drog...