18.7.09

Metamorfosis

Estaba parada dentro de aquella habitación esperando a que el otro cuarto se desocupase para poder entrar. Perdida me encontraba en mis pensares mientras esperaba; mis pensares se centraban en aquel suceso que había iluminado mis últimos días. La sonrisa que se pintaba en mi rostro imagino que era extraña, porque cuando uno se pierde en sus ideas sonríe de una manera tan única y temible que permite a los demás percatarse de que no estás presente. Bueno cómo les decía, estaba yo allí; parada, perdida y esperando, cuando repentinamente escuché el roce de patas contra metal. Mi concentración en mis planes se perdió y ese ruido que segundos antes me había interrumpido ahora resonaba una y otra vez en mi cabeza. No pude saber si el ruido se repetía realmente o si mi mente hacía que se reprodujera en mi imaginación. Sentí cómo oleadas de recuerdos chocaban contra mí, transponiendose unos con otros, luchando por entrelazarse para formar una idea concreta. Y de pronto la idea se formó. El ruido que escuchaba, ese roce constante de patas contra metal, de movimiento rápido y desmedido, era exactamente igual al que describió Kafka en La metamorfosis. "Insecto" fue la palabra que se formó frente a mi, "escarabajo" me dije. Lo analice unos segundos, me percaté que no había plaga de pinacates y que allí los escarabajos no abundanban. Me tomó por sorpresa el ver su grotesco cuerpo salir de entre los estantes de metal que se encontraban en la habitación. La vi correr, huir de mi como si le persiguiera y volver a esconderse en los estantes para seguir produciendo el ruido de sus patas contra el metal.

Desde ese día puedo reconocer cuando una cucaracha ronda donde yo.

3 comentarios:

Luis. dijo...

yo tambien las puedo escuchar, y enserio, al escuchar ese ruido tan peculiar se me eriza la piel U_U
tamy :)

marszoid dijo...

Oh mon dieu, no hay peor sonido que ese. El incesante rascar de sus pequeñas y sucias patas contra cualesquier superficie.
Me aterro y me asqueo, me paralizo y me estremezco.
Les temo.

marszoid dijo...

Por cierto, de Kafka he leído solamente la "Carta al Padre", y a pesar que concuerdo e incluso entiendo muchas de sus replicas. Me parece un tanto quejoso e inadaptado en exceso. Casi como alguien cuyo honesto pasatiempo es señalar aquellas cosas que lo tienen infeliz.

Tal vez es solo el feeling que le da al texto, pero oh mon dieu...

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