13.12.18

En el paro

Que se desdibuje de la pantalla el trazo tan temido, que el masaje agotador lo reactive, que le lleguen los gases que necesita, que las drogas reviertan lo disfuncional de su cuerpo, que la descarga le dé el giro que le falta; y que el cansancio no se adueñe de mi esperanza, que las ideas no se me acaben en el caos, que este último no se convierta en mí en momentos de lucha por la vida ajena; y si su corazón no late de nuevo, que mis ojos, los últimos que miró, le hayan dado un cálido abrazo de despedida y que se haya ido con la certeza de que hice hasta donde pude. 

13.7.18

Estando en el límite

Dormir súbitamente por el cansancio acumulado multifactorial, déficit de neurotransmisores, desvelos frecuentes que cuando niña eran intencionales. Reloj biológico hecho mierda por cuestiones académicas y mala vida, por constantes estilos de vida insanos. Sanidad que se añora y no se se encuentra porque en realidad no se busca, la rutina vence al cambio. Cambios imposibles que se anhelan con ímpetu cuando parece que la luz se ha extinguido en todas partes. Partes del cerebro
disfuncionales que complican las cosas más simples, desenfocan lo más claro y contaminan lo genuino. Genuino dolor el que se siente por nimiedades, a veces tan profundo que dan ganas de desgarrar el alma para dejar de sentir. Sentimientos que se despiertan con el mínimo roce del viento, que crecen sin alimento, que hacen la empatía algo tan sencillo. Sencilla la capacidad de impresionarse, misma que produce una felicidad que envicia. Vicios que acompañan principalmente los días críticos para que sean más digeribles. Digestión externa de ideas añorada cual serpiente. Serpentario de emociones desbordantes, explosiones de ideas catastróficas y a veces grandiosas, arcoíris de dolores con sonrisas enredadas. Dolencias somatizadas en el pecho que sofocan, en la mente que entorpecen las neuronas, en el cuerpo que lo dejan adinámico. Dinamismo que aparece abruptamente haciéndote brillar en ciertos aspectos. Estos y otros aspectos del día a día que te acompañan.

19.4.18

LLUVIA

Mi espíritu está roto y no encuentro las esperanzas para arreglarlo.
La vela que siempre quedaba encendida se ha fundido. 
Y quiero silenciar estas monstruosidades que me tumban pero ya no sé cómo.
Estoy muy débil, flaqueando ya
y tengo miedo, un miedo infinito a mi mente,
por favor, no te descontroles más!

LA ÚLTIMA INOCENCIA

Partir
en cuerpo y alma
partir.

Partir
deshacerse de las miradas
piedras opresoras
que duermen en la garganta.

He de partir
no más inercia bajo el sol
no más sangre anonadada
no más formar fila para morir.

He de partir

Pero arremete, viajera.

SIEMPRE

Cansada del estruendo mágico de las vocales
Cansada de inquirir con los ojos elevados
Cansada de la espera del yo de paso
Cansada de aquel amor que no sucedió
Cansada de mis pies que sólo saben caminar
Cansada de la insidiosa fuga de preguntas
Cansada de dormir y de no poder mirarme
Cansada de abrir la boca y beber el viento
Cansada de sostener las mismas vísceras
Cansada del mar indiferente a mis angustias
Cansada por fin de las muerte de turno
a la espera de la hermana mayor
la otra la gran muerte
dulce morada para tanto cansancio.

AP

MUCHO MÁS ALLÁ

¿Y qué si nos vamos anticipando
de sonrisa en sonrisa
hasta la última esperanza?

¿Y qué?
¿Y qué me da a mí,
a mí que he perdido mi nombre,
el nombre que me era dulce sustancia
en épocas remotas, cuando yo no era yo
sino una niña engañada por su sangre?

¿A qué, a qué
este deshacerme, este desangrarme,
este desplumarme, este desequilibrarme
si mi realidad retrocede
como empujada por una ametralladora
y de pronto se lanza a correr,
aunque igual la alcanzan,
hasta que cae a mis pies como un ave muerta?
Quisiera hablar de la vida.
Pues esto es la vida,
este aullido, este clavarse las uñas
en el pecho, este arrancarse
la cabellera a puñados, este escupirse
a los propios ojos, sólo por decir,
sólo por ver si se puede decir:
<<¿es que soy yo? ¿verdad que sí?
¿no es verdad que yo existo
y no soy la pesadilla de una bestia?>>

Y con las manos embarradas
golpeamos a las puertas del amor.
Y con la conciencia cubierta
de sucios y hermosos velos,
pedimos por Dios.
Y con las sienes restallantes
de imbécil soberbia
tomamos de la cintura a la vida
y pateamos de soslayo a la muerte.

Pues eso es lo que hacemos.
Nos anticipamos de sonrisa en sonrisa
hasta la última esperanza.

AP

EL DESPERTAR

Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y se ha volado
y mi corazón está loco
porque aúlla a la muerte
y sonríe detrás del viento
a mis delirios

Qué haré con el miedo
Qué haré con el miedo

Ya no baila la luz en mi sonrisa
ni las estaciones queman palomas
Mis manos se han desnudado
y se han ido donde la muerte
enseña a vivir a los muertos

Señor
El aire me castiga el ser
Detrás del aire hay monstruos
que beben de mi sangre

Es el desastre
Es la hora del vacío no vacío
Es el instante de poner cerrojo a los labios
oír a los condenados gritar

contemplar a cada uno de mis nombres
ahorcados en la nada

Señor
Tengo veintiocho años
También mis ojos tienen veintiocho años
y sin embargo no dicen nada

Señor
He consumado mi vida en un instante
La última inocencia estalló
Ahora es nunca o jamás
o simplemente fue

¿Cómo no me suicido frente a un espejo
y desaparezco para reaparecer en el mar
donde un gran barco me esperaría
con las luces encendidas?

¿Cómo no extraigo las venas
y hago con ellas una escala
para huir al otro lado de la noche?

El principio ha dado a luz el final
Todo continuará igual
Las sonrisas gastadas
El interés interesado
Las preguntas de piedra en piedra
Las gesticulaciones que remedan amor
Todo continuará igual

Pero mis brazos insisten en abrazar al mundo
porque aún no les enseñaron
que ya es demasiado tarde

Señor
Arroja los féretros de mi sangre

Recuerdo de mi niñez
cuando yo era una anciana
Las flores morían en mis manos
porque la danza salvaje de la alegría
les destruía el corazón

Recuerdo las negras mañanas del sol
cuando era niña
es decir ayer
es decir hace siglos

Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y ha devorado mis esperanzas de nuevo

Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
Qué haré con el miedo

AP

En el paro

Que se desdibuje de la pantalla el trazo tan temido, que el masaje agotador lo reactive, que le lleguen los gases que necesita, que las drog...